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La Isla del Encanto y el mundo respiran… ¡Gracias Río 2016!

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por: Merly Vega

Ante las situaciones económicas, sociales y culturales de Puerto Rico y el mundo estas que nos dejan un mal sabor, el deporte ha sido clave en este momento, un bálsamo de aire puro.

Testigos somos todos del trabajo arduo que tienen los atletas y entrenadores al nivel del mundo.  Y en estos momentos lo podemos ver en las Olimpiadas Rio 2016.  Es un trabajo que exige de cada atleta determinación, concentración y más que todo enfoque.

Quiero mencionar las personas claves para poder obtener el éxito alcanzado. A demás de estar presente el psicólogo deportivo quien mantiene la mente de los atletas enfocados, están los terapistas, motivadores, entrenador y por último y no menos importante la Familia.  Ese núcleo fuerte de formación desde la niñez, esos padres que llevaban a sus hijos a las prácticas y a entrenamientos para así sembrar en ellos más allá de actividad física una herramienta para la vida.

(Facebook: COPUR)

(Facebook: COPUR)

Rio de Janeiro con sabor a Borinquén.

Aparte de todo no podemos dejar de mencionar a la “Nena de Puerto Rico” la del “PicaPower” Mónica Puig alcanzando su primera medalla de Oro para la isla del encanto en unos juegos olímpicos.  De norte a sur de este a oeste todos a la vanguardia de lo que iría a ocurrir con la nuestra. Y la sorpresa Puig escribiendo la historia en los libros, estos mismos que serán leídos y recordados por siempre.

Nuestra delegación compuesta por 40 atletas  han hecho ruido al nivel del mundo  en sus distintivas ramas, se esperan muchas sorpresas más por parte de los boricuas, así que a sacar la cría.

Puerto Rico y el mundo necesitan más momentos como estos, estos que nos inflan el corazón, esos que nos dejan al borde de la silla, los que llenan de orgullo, los que llenan de esperanza y alegran a un pueblo; necesitamos escuchar más la Borinqueña.

Borinquén mimado gracias por regalarnos gente linda con un corazón noble y agradecido, gracias por el canto del coquí, gracias porque las  montañas que  son nuestros fuertes, gracias por la  mono estrellada, gracias por el cuatro puertorriqueño, gracias por nuestro Viejo San Juan, gracias por el calor humano, Gracias por haberme permitido nacer aquí.